Por Alberto Simón Jiménez Mendoza.
Nadie sabe cuándo nació, pero si sabemos que con la introducción de la energía eléctrica a la cabecera municipal de Jiutepec, desapareció la tradición de festejar las fiestas patrias con hachones de lazo y brea, la noche del 15 de septiembre era una fiesta de fuego que se perdió en el inexorable tamiz del tiempo.
A lo alto el fuego,
hachones en mano;
rodeando el pueblo,
unos a pie, otros cabalgando
¡Viva la independencia!
todos gritaron,
entre ellos la Reina de las fiestas patrias,
cabalgando,
junto con el cabildo,
de ese tiempo pasado.
Por las calles del pueblo…
todos marcharon
con hachones en mano,
la oscuridad ahuyentando;
como a la esclavitud,
Don Miguel Hidalgo.
Así se recordaba en Jiutepec,
en los años cuarenta;
la tradición de hachones,
de lazo y brea,
por la calle Matamoros;
Zaragoza y Zapata,
marcha la tropa
de aguerridos jiutepequenses,
hachón en mano,
con fuego en lo alto;
el pueblo celebró otro mes patrio.
Los hachones, una artesanía propia de Jiutepec para celebrar las fiestas patrias los elaboraba con dedicación y esmero Don Camilo Samano (Q.E.P.D.), vecino de la calle mirador.
A lo alto el fuego,
hachones en mano;
rodeando el pueblo,
unos a pie, otros cabalgando
¡Viva la independencia!
todos gritaron,
entre ellos la Reina de las fiestas patrias,
cabalgando,
junto con el cabildo,
de ese tiempo pasado.
Por las calles del pueblo…
todos marcharon
con hachones en mano,
la oscuridad ahuyentando;
como a la esclavitud,
Don Miguel Hidalgo.
Así se recordaba en Jiutepec,
en los años cuarenta;
la tradición de hachones,
de lazo y brea,
por la calle Matamoros;
Zaragoza y Zapata,
marcha la tropa
de aguerridos jiutepequenses,
hachón en mano,
con fuego en lo alto;
el pueblo celebró otro mes patrio.
Los hachones, una artesanía propia de Jiutepec para celebrar las fiestas patrias los elaboraba con dedicación y esmero Don Camilo Samano (Q.E.P.D.), vecino de la calle mirador.
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